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viernes, 13 de mayo de 2011

Lago di Garda 3. Milán.

Malpensa y recogida del coche

Después de la siesta en el avión llegamos a Milán donde nos esperan Ángel y Nata (cartelito en mano, no esperaba menos) con lo que los operarios de Iberia han dejado de mi maleta (nos dijeron que si nos cambiaban de avión también cambiaban la maleta, pero parece ser que tenían mucho lío y se les pasó). En fin, una vez reunidos todos de nuevo nos dirigimos a por el coche, que recordemos se reservó meses antes en Budget a través de Autoeurope. Llegamos al mostrador, enseñamos la reserva y el señor de budget empieza a rellenar los papeles, y a mirar el ordenador, y a llamar por teléfono, y vuelve a mirar el ordenador, y vuelve a llamar por teléfono y al final nos dice que teníamos una reserva para enero, pero no para abril. Le explicamos que la de enero se anuló y que según autoerope sí tenemos reservado el coche en abril, y el señor de budget mira el ordenador, llama por teléfono, vuelve al ordenador, vuelve a llamar por teléfono y nos dice que la reserva de abril no está pagada, que si queremos el coche son 250 eurazos. Con mi inglés de burgos (aunque cuando estoy enfadado, y en este caso lo estaba, mejora bastante) le explico que autoeurope bien que me cobró la reserva, que ese dinero en algún sitio estará, que si lo han perdido que lo busquen, y este buen hombre nos dice que sí, que lo buscarán pero que tardarán un rato, así que mejor que nos vayamos a comer y volvamos luego (ok, no hay problema, si como casi no llevamos retraso pues esperamos un rato más). Buscamos aposento en el aeropuerto, engullimos los sandwich y un buen rato despues volvemos a ver si han encontrado el dinero perdido. Al llegar el señor de budget nos está esperando con las llaves del coche y diciendo que "todo ok". Sin querer saber más ná cogemos las llaves y nos dirigimos a por el coche, que según las indicaciones que nos han dado está según sales a la derecha, luego a la izquierda y luego a la derecha o al revés, no nos quedó muy claro. Nos dirigimos al parking que está a la derecha, luego a la izquierda y luego a la derecha y.... lógicamente allí no es. Así que nos dirigimos al parking que está a la derecha, luego a la izquierda y luego a la derecha y por fin, al final del citado parking encontramos nuestro ansiado vehículo. Vemos si cabe todo en el maletero y sorpresa sorpresa, sí entra ya que las niñas después de varios avisos y contra todo pronóstico han traído poco equipaje. Montamos y le decimos a Nicoleta !Avanti a Milano!












Rumbo a Milán

El sitio elegido para dejar el coche fue el Parking Cascina Gobba en la Viale Padova, ya que según los comentarios de internet cuesta menos de 3 euros dejar el coche todo el día, tiene el metro al lado y se llega en ná y menos, y efectivamente, se llega pronto si coges la autopista de peaje, pero Nicoleta por ahorrarnos unos euros decidió evitar el peaje con lo cual acabamos en un gran atasco avanzando penosamente hacia Milán a la velocidad de 40 km por hora. Más de dos horas después de salir del aeropuerto por fin vemos el parking a un lado, buscamos la entrada y ... esta en obras, así que damos una vuelta (más bien larga) para buscar otra entrada y... nos pasamos la salida. No pasa nada, otra vuelta más, si total ya nos empezamos a conocer la zona de memoria, y a la tercera por fin somos capaces de entrar en el parking. !Ah!, que bien, por fin llegamos, y encima hay dos sitios juntitos libres de esos que a mi me gustan, de forma que entras por uno sigues hacia delante y lo dejas en el otro y con el morro del coche mirando hacia fuera, listo para salir pitando hacia el siguiente destino. Asi que me pongo a la tarea, acelero y de pronto los apañeros empiezan a gritar y a mover las manos. No entiendo nada. Se oye un tremendo golpe por la parte de delante del coche. Ahora sí lo entiendo. Separando los dos sitios había un bordillo digamos que de un tamaño respetable y yo me lo he tragado enterito. Salimos esperando encontrarnos toda la parte delantera del coche espanzurrada en el suelo, pero no, el coche (ese coche al que le sacamos el seguro a todo riesgo !bien por nosotros!) sólo tiene unas cosillas colgando un poco y algún trozo de plástico por allí tirado, nada que parezca grave. Cogemos el metro y a las 5:30 llegamos al duomo. Con 5 horas de retraso, y después de haber sufrido el overbooking, impagos de autoeurope a budget y de haber aligerado la estructura del coche de alquiler, por fin podemos decir que hemos llegado a Milán.

Milán

En el poquito tiempo que estuvimos sólo pudimos ver la catedral por dentro (muy chula), las galerías de Vittorio Emanuele (muy chulas y muy caras), la plaza de la Scala (un poco decepcionante) y el castillo sforzesco por fuera (tambien muy chulo, pero claro al verlo sólo por fuera ....). Ah, sí, a Natalia también le dio tiempo a pisar lo huevos del toro de la galería (ups, después de ver lo que esta chica es capaz de hacer con unos tacones habrá que tratarla bien). Por último tomamos algo en un terraza donde salió la conversión que sale en todos los viajes (¿hay que dejar propina?¿si?¿no?¿cuántp?¿por qué?) y regresamos al parking en el metro/comic. La visita a Milán fue mu rápida y me quedé con la sensación de que todo está muy cerca y si hubiéramos llegado a la hora prevista lo podíamos haber visto prácticamente todo en el día.

Galleria Vittorio Emanuele II

Metro de Milán








Camino del camping

Llegamos al parking sin mayor problema, le echamos una pequeña reprimenda a Nicoleta para que entienda que estamos de vacaciones y que si hay que gastar algo en los peajes pues se gasta y punto, quitamos las cosillas que el coche tenía colgando después del incidente del bordillo y Ángel cruzando los dedos le da a la llave. Y el coche arranca sin problemas (desde luego como es esta gente. Nos ha dado un coche al que le sobraban piezas). Enfilamos la autopista y el coche empieza a hacer un ruido raro, como el de un avión surcando el cielo, pero como Nicoleta dice que vamos a llegar al camping exactamente 15 minutos antes de que cierren (y la chica eso del tiempo que se tarda es que lo clava) decidimos seguir del tirón sin parar, si total, tampoco sueña tanto y sólo a veces. Gracias a Nicoleta llegamos al camping a la primera, sin perdernos ni nada, bajamos para hechar un vistazo a los bajos del coche y como sospechábamos no habíamos quitado todas las piezas que sobraban, se nos había olvidado una que iba rozando con la rueda. Pues nada, se quita, y hacer el checkin.

Camping

Siguiendo las instrucciones telefónicas entramos en el restaurante y la chica de la barra nos cala en seguida, poniendo cara de "por fin llegaron los pringadillos que llamaron para decir que llegarían tarde". La chica muy simpática ella nos hace firmar los papeles, nos explica todo, no da las llaves y nos dice que si tenemos algún problema por la noche podemos llamar a Luigi, que estará por allí para ayudarnos. Montamos en el coche para dirigirnos al apartamento y nada más arrancar de nuevo gritos y manos moviéndose. Ante de nosotros, como salido de la nada, a aparecido Luigi montado en su bicicleta. El pobre hombre al oir el frenazo del coche se ha quedado blanco, ha perdido el equilibrio y apunto ha estado de ociquear. Esperemos que no necesitemos nada porque creo que tras el intento de atropello a Luigi no le hemos caido especialemnte bien. El apartamento está genial, es una planta baja y está pegadito al lago. Cenamos, cigarrito en la puerta escuchando los patos del lago y a dormir tranquilamente, sin oir un ruido .... pero no, la cisterna no quiere irse a acostar tan pronto y no deja de soltar agua haciendo muuuucho ruido. La desmonto, enredo por allí y deja de salir agua .... durante 5 minutos. Vuelvo a meterle mano y consigo que deje de salir agua .... durante 2 minutos. Una vez convencido de mis nulas aptitudes de fontanero lo dejo y me voy a dormir, si total estoy muerto de sueño (no se por qué, con el día tan tranquilito que llevamos).

Camping Villaggio Tiglio
Camping Villaggio Tiglio

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