Perú 13. Camino inca día 2. Primera parte.

• Distancia pateada: 15 kilómetros.
• Desnivel pa´rriba: 1300 metros.
• Desnivel pa'bajo: 600 metros.
• Tiempo sufriendo: 10 hora.

A las 4,30 como habíamos quedado ya estamos en pie.  La verdad es que te cuidan muy bien, y a esa hora viene un porteador a despertarte con un vasito de te de coca para que el madrugón sea más llevadero. Desayunamos, lo recogemos todo y pa'lante. Mejor dicho, pa´rriba. Esta vez a diferencia de otros días nos dan un sandwich, zumo y barritas energéticas para que las tomemos durante la mañana (uy, esto pinta mal, si hasta tienen miedo de que nos de una pájara). Fredy nos indica los sitios en los que pararemos para que nos esperemos allí porque lo normal este día es que cada uno vaya a su ritmo en vez de ir todos juntos.

Y sin más empezamos a andar. La primera parte consiste en ascender el Warmi Wañusca por el "paso de la mujer muerta". Es el punto más alto de nuestro recorrido y el primero de los tres pasos de montaña que pasaremos. Mejor que explicar cómo es os dejo un croquis para que os hagáis una idea (así, en plan cutre, hecho con letras al azar, que uno tampoco controla mucho las aplicaciones gráficas):

4215 m   ----------------------------------------------------------------------------------------

Su

Puta

Madre

LaCuesta

DeLosCojones

SiEsQueEstoNoSe

AcabaNuncaPutosIncas

YaPodianHaberHechoUn

CaminoMasLlanoPeroNoPorLo

MasEmpinadoParaMiQueLoHicieron

ParaJoderALosEspañolesComoYoQue

PasaranPorAquiHuyHuyMachupichuCuatrocientos

AñosOcultoNoTeJodePuesClaroLosCuatrocientosAños

QueTardoEnAparecerUnGilipollasQueSeMetieraPorAquiPor

EsQueHayQueEstarGilipollasQueHablandoDeGilipollasQuienCoño

MeMandariaAMiTeniendoAutobusesQueTeDejanEnLaMismaPuertaEspera

EsperaQueHayUnaCurvaCerradaAlomejorAhoraAflojaUnPocoTocateLosHuevos

SiAhoraSeEmpinaMasTodaviaJoderYoLlegoArribaPorMisCojonesAunqueMeDejeLaVida

3000  m -------------------------------------------- < 7 km > -----------------------------------

Cómo se puede ver claramente en el croquis se trata de ascender un desnivel del 18% de media durante 7 km. Y aclaro que es el 18% de media, porque al final yo creo que hay bastante más. Lo que se me pasó por la cabeza mientras subía mejor no lo digo (aunque no se, a veces creo que me traiciona el subconsciente). A mitad de camino hicimos una pequeña parada en Llulluchapampa, un campamento con vistas espectaculares. Aquí montan un tenderete para vender agua, refrescos, ... y es el último punto en el que puedes comprar estas cosas hasta el final del tercer día. Fredy, Peter y yo llegamos un poco antes que Adam y Susana y Peter aprovechó para enseñarnos a hacer yoga (a 3850 metros, con unas vistas espectaculares y haciendo yoga a las 9 de la mañana. Toda una experiencia). Peter también intentó darle lecciones de yoga a los autóctonos que habían montado el tenderete pero tubo poco éxito.

Camino inca. Día 2.

Pero volvamos al resto de la ascensión, porque el momento yoga lo tengo como un buen recuerdo, pero cuando pienso en ese día lo primero que me viene a la cabeza es la parte final de la ascensión al Warmi Wañusca. Recuerdo los escalones (que la mayoría de gente como hablaba inglés los nombraba en su idioma: "fucking steps"), recuerdo dar un paso, parar a tomar aire, dar otro paso, ... (como los reportajes de esta gente que le da por subir al Everest y esos sitios), recuerdo tener que parar a comer porque me sentía sin fuerzas, recuerdo ver por primera y única vez a los porteadores sentados y sin aliento, recuerdo tener que sentarme cuando sólo me faltaban 300 metros para llegar porque no podía más, recuerdo mirar para arriba, ver que ya había gente y pensar: porque estáis mirando y me da corte, que si no yo lo me queda lo subía a gatas.

Camino inca. Warmi Wañusca.

Camino inca. Warmi Wañusca.

Camino inca. Warmi Wañusca.

Camino inca. Warmi Wañusca.

 Y recuerdo la satisfacción que da llegar arriba, ese sentimiento de orgullo y ese pensamiento de "que bueno eres, si tú puedes con esto y con mucho más".

Y hasta aquí cuento de momento. En otra (u otras, todavía no lo se) el resto del día, que estaréis pensando que fue un paseo porque esto era lo peor.... pues no, si esto fue duro lo que quedaba no lo fue menos.

Perú 12. Camino inca día 1. Segunda parte.

Tras la fotico de rigor hay que pasar el control. Había un poco de cola pero no demasiada. En el control Fredy entrega los papales, a nosotros nos piden los pasaportes, ven que todo está correcto y a seguir. Eso si, te preguntan si quieren que te sellen el pasaporte (que pregunta, pero si a mi me gusta un sello en el pasaporte más que un tonto un lápiz. Pon un sello bien grande y que se vea bien).
La primera parte es cuesta arriba pero bastante suave, dejando el río abajo poco a poco. Está plagado de mosquitos, pero sorprendentemente el repelente funciona y no se acercan. Consejo. Si vais es imprescindible que llevéis repelente, hay cantidad y a mi sólo me picaron dos, pero es que las picaduras .... como deciros, se enganchan y se ponen a chupar sangre sin conocimiento ninguno, si no es por el repelente yo creo que muero desangrado. Por alguna razón (supongo que para ver cómo estamos de forma, o simplemente porque íbamos con el tiempo justo) Fredy va a toda leche, pero de momento la cuesta es soportable.
Durante el primer día hay varios .... no se que son, no llegan a ser pueblos ... digamos que casitas arrejuntadas dónde vive gente y dónde venden agua, refrescos,... Fredy nos comenta que las casas en las que vemos un palo con un plástico colgado en la punta son sitios en los que venden "chicha", ya que algunos porteadores de vez en cuando se dedican a tomarse unos litrillos (si no es por vicio, que yo les entiendo: el calor, la deshidratación por el esfuerzo,... tienen que reponer líquidos).

Camino inca. Día 1.

Camino inca. Día 1.

Enseguida paramos en las primeras ruinas para la primera charla sobre la cultura inca (ya sabéis, nada de cultura, a buscar en la wikipedia). Después el camino se estrecha y la vegetación se cierra muchísimo. Es bastante bonito.

Camino inca. Día 1.

Camino inca. Día 1.

A partir de aquí se va empinando más y más y más, y lo peor es que Fredy dice que "esto no es ná, dentro de un rato llegaremos a lo que viene a ser una prueba para mañana". Yo, bueno, no es que fuera mal ni mucho menos, pero tanto como para decir que no es nada tampoco. Para que os hagáis una idea Susana tubo que cambiarle la mochila a Fredy (la suya era mucho más pequeña. Con "la suya" me refiero a la mochila). Yo voy más deprisa así que me alejo un poco (o eso creía yo, en realidad me alejé bastante, hasta llegué a pensar que me había perdido). Durante el camino casi no me encuentro gente, sólo un grupo de pastores, y que cosas, yo veo gente con un rebaño de cabras y no les presto atención, pero es que estos pastoreaban llamas, que lo único que cambia es el bicho, y no se por qué me hizo ilusión, es como tomar consciencia de que estas en un sitio muy distinto a tu casa.

Camino inca. Día 1.

Camino inca. Día 1.

Entre llama y llama el camino sibilinamente se ha empinado que no veas. Yo me alegro de haberme adelantado porque puedo bajar el ritmo. Así que despacito despacito llego a la primera parada, dónde los porteadores han montado la tienda para comer. Sobre media hora más tarde llegan el resto. La primera comida .... ummmm, riquísima: aguacate relleno, sopa de espárragos, pescado, patatas. Y arroz, claro. Durante la comida Adam y Susana deciden contratar un porteador para que les lleve la mochila a partir del día siguiente. Además Fredy nos dice a Peter y a mi que lo normal es que la gente no haga el segundo día con su mochila, que nos lo pensamos. Yo cual Pocholo le digo que de eso nada, que yo donde sea voy con mi mochila. Y Peter idem. Hombre, que somos gente fuerte del norte (él del norte de Europa y yo del norte de Extremadura). Ahora en serio, estuve a punto de cambiar de idea poco después. Hasta el campamento sólo quedaban unos 2,5 kilómetros que en teoría eran el adelanto de lo que iba a ser el día siguiente .... y leches, que largos se me hicieron. De nuevo me adelanté un poquito, iba a mi ritmo y así y todo lo único que pensaba es que menos mal que el resto de gente andaba menos, porque si me llega a tocar otro grupo con gente que fuera más deprisa que yo, las habrías pasado putísimas muy mal. Al campamento llegamos a las 5 y nos reciben con la merienda: palomitas y té de coca. Tras merendar y debatir con el resto sobre mil asuntos, un ratito para descansar y a las 7 la cena. Por cierto, el sitio para acampar chulísimo, con las selva a la espalda y las montañas al frente. Una pena que nada más llegar empezara a llover y no parara en toda la noche.

Camino inca. Día 1.

Camino inca. Día 1.

La cena a la altura de la comida: espaguetis, pollo y puding de chocolate. Al final tenía razón Fredy y en vez de adelgazar vamos a engordar. Tras cenar se presentan los porteadores uno por uno, con su nombre (sorry, soy malísimo para los nombres) de dónde son,... Todos ellos son agricultores que trabajan de porteadores para sacarse un sobresueldo. Todos han trabajado de porteador varias veces antes, uno incluso llevaba más de 30 rutas entre el camino inca y otras. Y después pues nos toca presentarnos a nosotros. Parece ser que ellos viven en sitios un pelín aislados y cuando llegan a su pueblo les preguntan que con tipo de guiris han estado, que de dónde venían,... Pues eso, que ellos igual de "exóticos" y diferentes para nosotros que nosotros para ellos. Me llamó la atención que siempre estuvieran apartados y nunca se relacionaran con nosotros (nuestros porteadores y el del resto de expediciones). Pero sobre todo me gustaría decir que es expectacular el trabajo que hacen, cargados hasta arriba y a toda leche por sitios en los que yo iba superdespacio con mi minimochila, para tenerlo todo preparado cuando nosotros llegáramos.
Tras las presentaciones, a dormir. Según Fredy parece ser que hoy hemos ido un pelín despacio (jo, pues menos mal) y mañana tendremos que madrugar más de lo previsto para llegar a tiempo al campamento. En concreto a las 4,30 hay que estar despierto.

Camino inca. Día 1.

Para no perder del todo el directo del blog noticia de última hora: hoy, casi un mes después, he vuelto a comer arroz. Ha sido duro, pero yo creo que con un poco de esfuerzo poco a poco conseguiré reintroducirlo otra vez en mi dieta.

Perú 11. Camino inca día 1. Primera parte.

• Distancia pateada: 14 kilómetros.
• Desnivel pa´rriba: 300 metros
• Desnivel pa'bajo: 100 metros
• Tiempo sufriendo: 8 horas.

Después de dormir (poquito) a las 4,30 bajamos a la recepción y con cierto sentimiento de culpa despertamos al dueño (pobre hombre, que carita de sueño tenía). Y nada, a esperar. Y luego a seguir esperando. El dueño me dice que es normal, que se suelen retrasar media hora o mas. En este caso tuve suerte y sólo llegaron veinte minutos tardes. Resulta que la furgoneta no puede entrar hasta la puerta del hotel y tubo que venir andando. Y antes se habían pasado a por el suizo pero no estaba. Total, que nos montamos y nos vamos a buscar al suizo ... y lo encontramos en la plaza. El suizo es Peter (a ver: consonante + vocal + consonante + vocal + consonante = correcto. Peter se va a quedar con su nombre), jubilado con sesenta y tantos, pero lleno de vida. Y que queréis que os diga, ponerse a hacer esta caminata con su edad ... pues ole sus huevos. Una vez que ya estábamos todos salimos rumbo a nuestro destino, el kilómetro 82 de la vía del tren que va a Machupichu. Yo pensaba que iríamos en tren, que creo que es lo suyo, pero no, todo el camino será en la furgoneta. Al poco rato paramos para recoger a los porteadores y el material. Nosotros llevaremos dos porteadores y un cocinero. Salimos por la carretera que pasa por la parte alta de Cuzco. Me encantó ver una parte más del Cuzco de verdad, con sus casas viejas (y cutres) y la gente haciendo su vida normal, sin vender nada. Lo malo es que la carretera enseguida se convierte en camino y de ahí enseguida degenera a camino de cabras en el que no caben dos furgonetas. Eso sí, las vistas chulísimas y lo de tener que hacer maniobras cada vez que nos cruzábamos con otro coche le daba un aire de aventura auténtica.

Camino inca. Traslado.

Camino inca. Traslado.

De camino paramos para desayunar en un restaurante guapísimo. Y encima buffet libre. Desayunando la idea es que nos conozcamos un poco:

• Peter está jubilado. Habla español bastante bien porque hace poco vivió en Madrid (hace sólo 40 años). Ha venido a Perú a pasar unos meses en una ONG y luego aprovecha para hacer turismo. Por supuesto también habla inglés. La primera impresión es que está un poco loco, bueno en realidad no es una impresión, el mismo se definió como el suizo loco :-), pero es muy divertido.
• Adam trabaja para una compañía aérea como responsable de prensa, así que el y su mujer Susana aprovechan las facilidades del trabajo de Adam para viajar a menudo (jo, que envidia me dieron). Son muy muy educados, pero simpáticos también. Hablan inglés pero me cuesta bastante entenderlos. La verdad es que en el desayuno de las conversaciones que tenían Adam, Susana y Peter en inglés no me enteraba ni de la mitad, pero Peter para que no me quedara aislado se preocupaba de hablarme en español y de traducirme de vez en cuando.

Tras desayunar (que con eso de que es buffet y lo que comamos lo vamos a quemar andando nos pusimos hasta arriba) otra vez a la furgoneta que todavía nos faltaban tres horas para llegar. Eso sí, la carretera (o lo que sea) sube por las montañas, baja a los ríos y pasaba por pequeños pueblecitos y todo el rato podías ver unos paisajes preciosos, osea que las tres horas se pasan en nada.

Camino inca. Traslado.

Camino inca. Traslado.

Y por fin llegamos al famoso kilómetro 82. Sorprende lo bien preparado que está, con zonas cubiertas por si llueve, servicios,... Lo de que estuviera lleno de gente vendiendo correas para la mochila, agua,... a estas alturas ya no sorprende nada. Este el punto desde el que sale todo el mundo y por tanto también está lleno de furgonetas como la nuestra, de porteadores como los nuestros, de gente como nosotros ... que no, que nosotros fuimos únicos (aunque ahora que lo pienso lo primero que hicimos fue las típicas fotos que se estaba haciendo todo el mundo, va a ser que si somos como el resto).

Camino inca. Km 82.

Camino inca. Km 82.

Luego lo que tocaba era embadurnarse de protector solar bloqueador y de repelente de mosquitos y dirigirnos al punto de control. Para entrar en el camino tienes que presentar el pasaporte y un montón de documentación (toda ella gestionada por la agencia y toda ella guardada a buen recaudo por Fredy, nuestro guía). Eso sí, antes de pasar el control hay que hacerse LA FOTO, osea, la fotico al lado del cartel que inicia el comienzo de la ruta. Teniendo en cuenta que todo el mundo se hace la misma foto y que por aquí pasan 500 personas al día, debe ser el cartel más fotografiado de Perú. (ya se que la había puesto antes, pero que queréis, es LA FOTO, así que hay que ponerla por lo menos dos veces).

Camino inca. Km 82.

Camino inca. Km 82.

Y como siempre esto está quedando superlargo así que mejor lo dejo aquí y sigo otro día con el relato de este primer día que nos dijeron que era de calentamiento (jajajajaajajaja, perdón, pero es que después de haber pasado por allí cuando he visto escrito lo de "día de calentamiento" me ha entrado un ataque de risa).

Perú 10. Camino inca día 0.

• Distancia pateada: 200 metros.
• Desnivel pa´rriba: 80 metros.
• Desnivel pa'bajo: 80 metros.
• Tiempo sufriendo: 0 horas.

Bueno, la cosa esta del camino inca la dejamos en el principio del todo, osea, en el briefing del día antes de salir ...

¿Y qué te cuentan en un briifiin de esos?

A eso voy. Llegué a la agencia 10 minutos antes de la hora concertada y ya estaba esperando allí el primer tipejo (la reunión siempre es con el guía que te va a acompañar). Lo de tipejo en este caso como fueron cuatro días y hasta les cogí cariño a todos, como que no, en esta ocasión usaremos sus nombres verdaderos. En fin, que me lio, decía que cuando llegas te presentan al guía, en nuestro caso Fredy Zapata, que me dice que el grupo está formado por mi y por otras tres personas (¿sólo cuatro? .... no se, por una parte esperaba conocer a más gente pero por otra mejor, atención más personalizada). Con otras dos personas del grupo (un matrimonio de Hungría) a quedado en un hotel cercano a la misma hora que conmigo y la otra persona (un suizo, que me podía haber tocado una suiza, pero no, tubo que ser suizo) creo que ya se reunió con él antes. Así que nos dirigimos al hotel de la pareja y por el camino me dice que qué tal llevo eso del inglés, que como los otros tres hablan en inglés podíamos intentar hacerlo todo in english, pero que si tengo algún problema que se hace en inglés/español. Y que queréis que os diga, de problema ninguno, en mi pueblo hay cuatro ingleses (de esos que se hacen llamar "nativos") que te cobran una pasta por hablar contigo y esta gente tan simpática de Cuzco te habla en inglés ... !y gratis!. Así que a pesar de mi nivel de inglés (lo típico, "no, si tengo nivel medio" cuando en realidad deberías decir "no, no tengo nivel medio, directamente no tengo nivel") le digo que perfecto, y que no se preocupe que si no entiendo algo yo le paro para que lo repita en español.

Así que el día antes ya conoces al resto de gente

Pues no lo se, no se si lo normal es que queden con todos el día antes o si en este caso coincidió así. Total, que llegamos al hotel y nos presentan a la pareja de Hungría: A´da`m (¿cómo? ¿acentos donde ni siquiera hay letras?, de eso nada, a partir de ahora Adam) y Zsuzsanna (yo creo que no hace falta decir nada, se ve claramente que le sobran letras por todas partes. En este blog queda rebautizada como Susana). Parecen algo tímidos pero muy majos. Nos acomodan en una salita, Fredy nos reparte un papelito con información sobre la ruta, el perfil,.. y empieza la charla (en inglés, pero mira tú, es que a un peruano hablando inglés se le entiende todo todo, así que perfecto).

Y ¿qué te cuentan en la reunión?

La charla dura unos cuarenta minutos y en ella te explican lo que aconsejan llevar (repelente, ropa de abrigo, ...), lo que vamos a ver, te dice que si queremos podemos pagar a los porteadores para que nos lleven la mochila, que en los campamentos hay servicios, que todos los días nos darán agua hervida, que llevamos un cocinero de lo mejorcito así que si pensábamos hacer el camino para adelgazar que lo olvidemos porque seguramente volveremos más gordos ... y luego nos explica las etapas una por una. Al final hace muchísimo incapie en que es algo bastante duro, que la primera etapa es como de calentamiento, osea que si alguien se siente mal en el primer día que lo diga, que ni se le ocurra callárselo porque .... (esto es una de las cosas que más me llamó la atención)  ... a partir del segundo día se establece un punto de no retorno ya que es más fácil seguir que volver para atrás. Si te pasa algo el primer día te pueden recoger en caballo, pero a partir del segundo te rescatan en una camilla que tienen que cargar porteadores, y claro, cobran una pasta por ello, nos aconseja llevar dinero por si acaso, unos 500 soles (unos 130 EUR. Yo no tenía ese dinero ni de casualidad y a las horas que eran desde luego no iba a buscar un cajero para sacarlo, así que pensé "nada nada, a la aventura, si me pasa algo que me entierren allí"). Luego sigue haciendo incapie en que vamos a estar en medio de ninguna parte y que puede pasar cualquier cosa, que no pensemos que aquello es como ir de picnic. En fin, a mi me dio la sensación de que exageraba un poco para cubrirse las espaldas y para que tuvieramos cuidado, aunque luego me di cuenta que de exageración nada. Y por último, después de habernos asustao, nos dice que pensemos que aquello son nuestras vacaciones y que no debemos ir allí a sufrir (eso se dice antes de contratarlo hombre).

Y por último nos dice que nos recoge el día siguiente a cada uno en nuestro hotel entre las 4,50 y las 5,10 de la mañana. Y que esperemos dentro, nunca en la calle (en esto también insiste bastante), ya que él personalmente ira llamando a cada uno de los hoteles para escoltarnos hasta la fragonete.

Así que me vuelvo para el hotel (pasando antes por la agencia a por un bastón que había alquilado. Por cierto, te piden 50 soles de fianza) y un pelín nervioso por lo que me espera, para que lo vamos a negar, me voy a dormir, que al día siguiente a las 4,30 hay que estar en pie.

Perú 9. Viaje de vuelta.

Pero ¿por qué no escribes? ¿Es que se cayó el avión?

El avión no se cayó pero yo llegué supercansado y esta semana cuando no estaba trabajando estaba durmiendo y es que entre otras cosas me traje de Perú la manía de dormir durante 8 horas a las 3 de las tarde y la de estar despierto con los ojos como platos a las 12 de la noche. Y me ha costado una semana quitarme esta manía, pero por fin lo he conseguido (adiós jetlag).

Entonces el viaje de vuelta ¿bien?

El último día la verdad es que empezó bien. Resulta que Sonia (la dueña del hostal) tiene una prima que está casado con un español que lleva 6 meses por allí, y como el hombre tenía morriña Sonia le llamó para que se tomara algo con su compatriota (osea se, yo). El tío supersimpático, estuvimos 2 horas en el patio hablando de España y de Perú y de la economía en España y de la economía en Perú y de la política en España y de la política en Perú .... por cierto, otra curiosidad sobre la vida política de Perú. Allí el voto es obligatorio. El que no vota pasa a una especie de lista negra y no puede hacer ningún trámite administrativo hasta que no pague una multa, que parece ser que no es pequeña. En fin, que se me pasaron las 2 horas volando y cuando me quise dar cuenta ya estaba disponiéndome de este buen hombre y de Sonia mientras el taxi que habían llamado me esperaba en la puerta. Para todo el que vaya a ir por allí: el taxi al aeropuerto de Cuzco son 8 soles, no los 30 que los cabrones señores taxistas cobran a todo el mundo cuando llegas por primera.
Como esto queda muy soso sin fotos os dejo una del patio donde estuvimos debatiendo con el apañero y otra de la ducha peruana, que os preguntareis que interés puede tener la foto de una ducha. No preocuparse que yo os lo explico. Las duchas son eléctricas y el agua se calienta según pasando por la "alcachofa". Te dicen que al principio tienes que darle muy poca agua para que salga caliente, pero en realidad no se trata de darle poca sino de darle la cantidad justa con un error de más menos 1 centímetro cúbico con lo cual las primeras veces hasta que le coges el punto te acabas duchando con agua fría. Y cuando por fin lo coges con agua templada, porque caliente caliente no sale nunca. Y otra cosa. Si sale agua fría seguramente es porque no pasa el caudal apropiado no porque el sistema eléctrico esté mal, así que no empecéis a enredar con los cables con las manos mojadas porque no es agradable. Os lo digo por experiencia.

Una vez en el aeropuerto (son sólo 20 minutos de coche) resulta que por alguna razón que desconozco estaban revisando el equipaje de todo el mundo (bueno, a todo el mundo que iba en mi vuelo, al resto de gente no). Esto quiere decir que antes de darte la tarjeta de embarque te abren la maleta que vas a facturar y a mi como que me da igual, pero es que en esta ocasión iba todo metido a presión. Por suerte el hombre que me la registraba se dio cuenta de que aquello más que una mochila parecía el sombrero de un mago y que podía estar horas sacando cosas de allí, así que no resolvió mucho. Eso si, además de registrarte el equipaje te hace preguntas: ¿de dónde eres? oh, de España, y ¿de qué equipo?¿y cuál es el mejor jugador? jeje, vaya paliza que le vais a dar al Manchester .... y cuando estas con la guardia baja te salta con ¿y llevas caramelos de coca? ¿y te de coca? ¿y coca en polvo? ¿quizas explosivos? (Como lo oís. No se a cuantos habrán pillado así, pero me da a mi que a poquitos). Para la seguridad del que vaya a volar a Cuzco también tengo que decir que puedes ver como todo el equipaje pasa por delante de las narices de varios perros que tenían pinta de ser más eficiente que nuestro amigo detectando droga o explosivos.

Recodemos que el vuelo de Cuzco a Lima (o viceversa) dura una hora y que fuimos con la compañía TACA, que es como el RyanAir sudamericano sólo que los asientos tienen más espacio, tienes una tele individual, te dan algo de comer gratis, no te venden cosas durante el vuelo, puedes entrar al avión con más de un bolso .... bueno, vale, no se parece en nada a RyanAir, mas bien es todo lo contrario. La verdad es que está muy muy bien.

Y en Lima a esperar. Comimos algo (otra vez pollo sin arroz), damos una vuelta por allí fuera, otra por allí dentro viendo las tiendas, nos sentamos, nos echamos, nos levantamos, seguimos dando vueltas, salimos a hacer acopio de nicotina, volvemos a entrar para tomar un café, ... vamos, un rollo. En cuanto abren la facturación (4 horas antes del vuelo) vamos a por la mochila que la habíamos dejado en la consigna (que cuatro días cargando con ella ya está bien, porque se quede un rato sola no le iba a pasar nada), facturamos y la señorita me dice que ... son 21 dolares ¿? No señorita, si estaba todo incluido. Pero la señorita hace una consulta y resulta que no estaba todo incluido, hay un impuesto turístico (como el de la Espe en Madrid) que si compras el billete en persona te lo incluyen, pero si lo haces via web no te lo incluyen y lo tienes que pagar allí (esto lo tengo que investigar, porque los vuelos de Lima-Cuzco también tienen ese impuesto, también los compré en la página webfumar .... hasta el 1 de Enero de este año, que debieron pensar que si en España se quitan todos los puntos de fumadores de los aeropuertos pues ellos no van a ser menos y también los quitaron (que manía de copiar todo lo malo). Si hasta ahora la espera había sido un rollo a partir de aquí fue más rollo todavía. Dando vueltas durante 3 horas sin hacer nada, para luego coger el avión (esta vez lleno hasta arriba) y pasarte otras 11 horas sentado sin hacer nada. Y encima para comer arroz otra vez (llamamiento para el señor de AirEuropa. Si un vuelo sale de un país donde cualquier cosa que pidas para comer te la ponen con arroz, por favor, no sirva arroz en ese vuelo, no hace falta que ponga marisco, con macarrones o una ensaladita vale, pero arroz no, por favor).

Y ya está, llegamos a Madrid sin mayor problema y muy puntuales, cogemos el metro cargado como una mula con una mochila delante y otra detrás hasta la casa de la tita y fin del viaje, vuelta al trabajo y encima a luchar contra el jetlag.

Volvemos muy pronto con el camino inca, que al fin y al cabo es a lo que íbamos.