09:20. Siguiendo el horario previsto ya estamos desayunando. Yo un un pastel con forma de calabaza de Halloween. Aquí se han debido liar con las fechas y llevan todo el mes celebrándolo, con sus escaparates decorados, sus disfraces ... Se les ve que ponen tantas ganas que me da no se qué sacarles de su error, así que no les digo nada.
10:47. Llegamos a nuestra primera parada de hoy. En la estación hay un ambientazo, con una geisha-cabezona y señores regalando cosas que no me dejan revelar, ya que alguno de estos cutres pretenden colarlas como regalos legítimanente comprados cuando lleguemos a España. Yo ahí lo dejo, cuidado con lo que os cuelan como un presente traído del Japón.
11:04. Salimos a la calle y !guau!. Esto es como el mercadillo del pueblo pero a lo bestia, con su puestos de comida, ropa, gallumbos ... Si hasta hay algunos que se desgañitan gritando las virtudes de su mercancía.
12:26. Tras dar una vuelta por los puestos, muy curiosos ellos, vamos a un parque que hay aquí al lado. Es enorme, hasta el zoo de Tokio está incluido en el mismo. Y contrasta un montón la algarabía de la calle con el silencio del jardín. Hay varios templos y artistas callejeros para entretener al personal y todo. Y un totem indio que no se muy bien qué pinta aquí. No le falta detalle.
13:41. Hora de comer. Atún a la plancha con soja y para picar pescadito frito. Como siempre muy rico.
15:09. No lo he comentado hasta ahora. Aquí el tema postre en los restaurantes no se estila. Alguno de los nuestros es adicto a los postres (por supuesto yo no). Esto implica una parada obligatoria cada día en un café para tomar un cachino tarta. Siempre acabamos en alguno donde la edad media de la clientela ronda los 70 años. En el de hoy deben estar todos cerca de los 90. Nuestro radar para buscar sitios frecuentados por bellas señoritas falla estrepitosamente.
16:15. Siguiente barrio. Ikebukuru. No parece haber mucho, sólo las consabidas tiendas de electrónica, entre ellas un Bic camera. Alguno aprovecha y hace acopio de cámaras de fotos, están muy baratas. Yo lo sopeso, pero desecho la idea tras consultar mi cuenta bancaria. Uno es un pájaro responsable y no se va a gastar en juguetitos el dinero reservado para el alpiste del mes.
18:23. Cogemos el metro. !!Flipa flipa!!. Parece que todo los tokienses estén aquí metidos. Pero si hasta se atascan en las escaleras formando una masa humana que casi ni puede fluir. Por dios que agobio.
18:48. Llegamos al City Hall, el lugar ese al que ayer no pudimos llegar traicionados por nuestro sentido de la orientación. Mira que bien, nada mas bajar hay cartelitos que indican que es por ese pasillo de ahí.
19:10. El pasillito de las narices no tiene fin. Yo juraría que por aquí debía ir otra parada y se les ha olvidado hacerla.
19:15. Por fin llegamos. El City Hall (ayuntamiento para entendernos) es grande. Muy muy grande. Jartá de funcionarios que deben caber aquí. Desde el mirador la vista es impresionante. Este pueblo es inmenso. Normal que nos perdamos. Cualquiera se aclara ahí fuera.
20:34. Última parada de hoy. De nuevo Electric city, donde aprovechan para comprar los últimos cachibaches eléctricos. Damos una vueltecilla. Por fin vemos a las señoritas que invitan a los transeuntes a entrar en los maid cafes. Las visten para aparentar que tienen la edad de un polluelo que acaba de mudar sus primeras plumas. Fíjate, con los formalitos que parecían y nada más caer la noche toda la población masculina se transforma en unos salidillos. Entre el cansancio del día, tantas lucecillas y el ruido yo ya estoy al borde de un ataque de epilepsia. Mejor tiramos para el hotel ya.
21:43. De vuelta en el hotel. Hoy la cena consiste en un sandwich que tomo en la habitación. Puede parecer triste pero después de tantos días de viaje se agradece un rato de relax en la intimidad del hogar. Y de postre unos tragos del bote ese azul, que parece ser que ayuda a conciliar el sueño. Buenas noches.
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